El proyecto 'greenbelly', dirigido por el arquitecto alex losada junto con el estudio AVL y el ingeniero agrícola camille lassale, convierte los espacios residuales en centros productivos para los residentes locales, aumentando la superficie verde urbana y mejorando la cohesión social. Con una estructura de andamios simple, los residentes pueden cultivar alimentos en las diversas plataformas horizontales a lo largo de la pared, donde no se desperdicia nada. El combustible nutritivo para el jardín es la entrada gratuita disponible para cualquier ciudad: sol, lluvia y compost a partir de desechos orgánicos locales.

Las ciudades modernas sufren de saturación urbana, y la vida urbana puede ser insostenible y poco saludable para algunas personas debido a la contaminación, la mala alimentación y el estilo de vida sedentario. Producir alimentos locales y volver a conectar la arquitectura existente con la naturaleza en las grandes ciudades es una necesidad básica para los residentes, pero también para el medio ambiente. " Con Greenbelly, proponemos un proyecto sostenible a una escala manejable mediante el reciclaje de espacios, materiales y recursos urbanos", explica Losada . "podemos hacer una ciudad más verde y saludable, alimentar a las personas necesitadas o enseñar el origen de la comida a los niños".

Esta instalación arquitectónica tiene como objetivo reducir la distancia de la granja a la mesa: con solo 35 metros cuadrados de terreno, un jardín de seis niveles puede producir hasta 6.400 kilogramos de vegetales por año y generar 162 metros cuadrados de área verde en el centro de la ciudad. . Además, proporciona un espacio para la participación de la comunidad local, un espacio donde los residentes pueden compartir experiencias agrícolas y que pueden beneficiar a la economía local. La estructura es vertical pero las plataformas son horizontales, lo que facilita el acceso a los cultivos y el mantenimiento del jardín.

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